lunes, 27 de julio de 2009

De Madrid a Barcelona… y tiro porque me toca: RECOGIDA DEL COCHE EN SANT SADURNI D’ANOIA

Y allá que fuimos Pepe y yo. Al fin de semana siguiente, 20 de junio, estábamos cogiendo el autobús con destino a San Sadurni D’anoia.

Tras pasar un buen finde en Barcelona, con nuestro guía particular, Paco, cogimos el tren para San Sadurni.

Alli nos esperaba Rafa, presidente de CC ONG. El nos explicó todos los proyectos de la ONG y cómo habían empezado a colaborar en Malí.


Tras esto nos fuimos a conocer nuestro 1er pasaporte del rally, el esperado VOLGSWAGEN POLO!!!

Una estupenda foto de rigor con los integrantes y colaboradores de CC ONG y… la primera prueba del coche, San Sadurní – Murcia!!!!


Tras 6 horitas de viaje…PRUEBA SUPERADA, habíamos llegado a casa con COCHE INCLUIDO!!!





martes, 21 de julio de 2009

APUNTANDO HACIA "RALLY A MALI"




Así es, después de varios meses de quebraderos de cabeza nos fuimos para Madrid a gastar nuestro último cartucho de tinta (y nunca mejor dicho) por nuestro soñado "Rally a Malí".

Rutas y Retos, organizadores de este rally solidario, habían fijado el 13 de junio como día de paintball, para que todos los participantes de esta primera edición de “Rally a Mali” se conocieran e intercambiaran experiencias sobre los preparativos.

Así que allá nos fuimos Pepe y yo desde Murcia.

Quedamos a las 10:00 en la puerta del estadio Santiago Bernabeu. Nos esperaba el “equipo de Lleida”, los de Spanish siesta, “Encendidos Solidarios”, demás componentes del resto de equipos, Alberto, Alejandro, etc.

Todos parecían tenerlo prácticamente todo bajo control: “¡nosotros vamos en un panda!”, “¿nos compráis una camiseta de nuestro equipo?”, “estamos tramitando ya el visado de Malí”, “¿…y vosotros cómo os llamabais?”, etc.

Imaginaos que bajón sin coche, sin nombre, sin nada de nada…Y CASI SIN ESPERANZAS!!! Y de repente…”BOOMMMMMM…justo en la DIANA, UN VOLGSWAGEN POLO 1988 para bajarlo hasta Malí, cedido por CC ONG, organización a la que se asocia Rutas y Retos para convertir toda esta aventura en algo solidario.


No podíamos pedir más: un día de convivencia con nuestros futuros compañeros de ruta, un vehículo de transporte y las pilas cargadas al 100% para poner en marcha en menos de 50 días diez mil y un preparativos.

Al día siguiente, 14 de junio, estábamos firmando el contrato y haciendo la larga lista de cosas pendientes.